MATERNIDAD
Es muy frecuente que la maternidad se idealice. Lo mejor de tu vida, lo más importante, el momento más feliz, etc. En mi caso, después de un embarazo duro y con una depresión y un brote psicótico, las semanas antes del parto estaba feliz. Tenía muchísimas ganas de ver a mi niño, toda la familia contenta, todo estaba listo. Poco a poco me iban retirando el antipsicótico que llevé en el embarazo y cuanta menos dosis mejor me encontraba. Ya habíamos quedado que después del parto vendría el psiquiatra a verme y me pondría de nuevo poco a poco el litio. Llegó el gran día, el parto fue genial y los primeros momentos con mi bebé mágicos. Volví a mí medicación habitual y la cosa iba viento en popa. No duró mucho. Cuando iba pasando el tiempo y se acercaba el temido momento de la vuelta al trabajo y la separación de mi niño, caí en una terrible depresión. Toda mi vida se derrumbaba, aunque todo estaba bien. Me dieron la baja y empecé un proceso para adaptar mi puesto de trabajo por motivos...