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Mostrando entradas de abril, 2022

MEDICACIÓN: EFECTOS SECUNDARIOS

 El primer paso para concienciarte de que tienes una enfermedad mental es que vas a tomar medicación de por vida. Una medicación, por cierto, con muchos efectos secundarios, efectos que cuesta mucho asumir y que son el motivo de que mucha gente se deje la medicación cuando se estabiliza pensando que ya está bien, que no le va  a volver a ocurrir y que no necesita esa medicación que le está provocando esos efectos. Los efectos más frecuentes son engordar bastante, pérdida de naturalidad, es decir, que parece que te muevas y hables como un robot, pérdida del apetito sexual, temblores, sed, y un largo etc. Otros, menos comunes y más peligrosos son daño renal e hipotiroidismo, entre otros.  ¿Qué se puede hacer . pues resignarse y esperar. Con el tiempo los efectos secundarios son más leves, y te hacen analíticas para controlar tu riñón, tiroides y demás. Hay que ser fuerte y valiente, aceptar los efectos secundarios y pensar que lo primero es la salud mental, que no pasa nada...

ESAS 4 HORITAS EXTRA...

 Muchas cosas buenas aporta la hipomani (leve y controlada), pero a mí lo que más me gusta es despertarme a las 4 de la mañana con una energía frenética, super creativa y con tiempo solo para mí. Nadie más, solo yo y un libro, una serie, ejercicio, yoga, incluso recoger la casa. Son 4 horas para hacer lo que quieras, 4 horas que le restas al sueño pero lo ganas en tí, tu tiempo sin que nadie te moleste, con una sola condición: no hacer ruido para que nadie te despierte. A pesar de todo cuidadito, que aunque muy tentadoras la hipomanías son peligrosa. Un abrazo a quien me lea.

DE LA DEPRESIÓN A LA EUFORIA

 Es muy frecuente que cuando pasó un periodo depresivo salga con una hipomanía. Últimamente lo controlo más con medicación, pero es tal la alegría de encontrarse bien después de un bajón que no es fácil tomar la medicación para evitarlo, porque quieres disfrutar de esa euforia, ese bienestar, la sensación de que puedes con todo, la energía, la creatividad, la alegría. Un consejo, aunque resulte tentador es mejor frenar, porque si esa hipomanía avanza a manía puede ser devastador: irritabilidad, gastar dinero compulsivamente, delirios, paranoias. Así que ya sabéis, poneros en contacto con el psiquiatra y a encontrarse bien, buscar siempre la eutimia y renunciar a esas hipomanías tan agradables.