YA NO ME OCULTO
Una de las cosas más duras cuando te diagnostican una enfermedad mental es aceptarla. Yo al principio intentaba ocultarla, era muy joven y me daba vergüenza. Tenía que soportar comentarios maliciosos. En esa época me di cuenta de quién eran mis verdaderos amigos, la gente que quería y apoyaba, y tuve que hacer una criba. Fue muy duro, pero me sirvió para darme cuenta de la gente que realmente valía la pena. Poco a poco fui aprendiendo que al igual que la gente tiene diabetes, asma o EPOC y no se avergüenzan, yo tengo una enfermedad mental en la que mi cerebro no regula bien las emociones y tampoco tengo que avergonzarme. Mucho ánimo a todos los que estéis pasando por esto ahora. Fuerza 💪